
Hoy quiero decirle a mi yo más auténtico que lo amo,
que acepto su ser, tal cual es, con sus virtudes y defectos,
que lo acompaño en el largo viaje que es la vida que nos tocó vivir,
que lo apoyo en los cambios que decida hacer para mejorar,
que si tropieza y cae, yo estaré ahí para levantarlo y animarlo,
que estoy con él si los demás no lo aceptan, si lo juzgan o critican,
que no es egoísta o melancólico por el simple hecho de sentirse bien consigo mismo,
por sentirse pleno y completo, por desprenderse de las expectativas,
que no se asuste al decir “no” cuando realmente quiera negarse
porque al final, solo estamos él y yo.
Porque cuando se encuentre a sí mismo,
me sentiré muy feliz de verlo sonreír.
La Filosofía Minimalista