
«Lo que posees acabará poseyéndote».
(Acerca de los objetos)
—Tyler Durden.
Reflexionando sobre esta frase podemos afirmar que los objetos, por sí solos, no tienen ningún poder. En realidad, somos las personas quienes les damos el valor que nosotros consideramos deben tener, incluso hasta convertirlos en nuestros iguales o algo más, cuando realmente solo son objetos.
Considero que no tiene nada de malo tener objetos prioritarios u objetos que son imprescindibles porque de verdad los usamos, nos facilitan y simplifican la vida y lo que hacemos.
Sin embargo, lo que está mal sería vivir rodeados de objetos que no necesitamos y que consumen nuestro tiempo, nuestro espacio y nuestra atención. En resumen, nos restan libertad y, por lo tanto, terminan apoderándose de nosotros a través de la dedicación que les damos.
No tienen que ser las tres a la vez, pero con que invadan una de ellas ya están abarcando una parte importante de nuestras vidas.
Además, entre más objetos acumulamos, más difícil se vuelve identificar aquellos que de verdad son esenciales, importantes y útiles en nuestras vidas.
Entonces, qué tal si reflexionas acerca de si todo lo que posees en verdad lo necesitas y si todo lo que posees no te está, en realidad, poseyendo a ti, a través del consumo de tiempo, espacio y atención que les das.
––––––––––––––––––––––––––––––—
Ramsés Organiz
La Filosofía Minimalista
@lafilosofiaminimalista
––––––––––––––––––––––––––––––––