¡Hola!
Mi nombre es Ramsés.

Hoy quiero platicarles sobre un apartado de uno de los libros que más me ha impactado en el tema del minimalismo. El libro en inglés se llama Goodbye Things y es del autor japonés Fumio Sasaki. Él es ahora un referente en cuanto a minimalismo se refiere, ya que en su libro y en las entrevistas y conferencias en las que ha participado ha mostrado cómo ha impactado y ha transformado su vida el pasar de una concepción maximalista —como el le denomina— a una minimalista.
Pero de ese texto hablaré en otra sesión. En esta ocasión quiero platicarles de un apartado que se titula: Fotografía las cosas que tiras, en español claro. De ahí viene el título principal que se llama Adiós a las cosas.
Yo no estoy muy de acuerdo con la idea o concepto de “tirar”, pero sí entiendo la idea general de Sasaki.
Bueno, más allá de que tires, te deshagas, regales, dones o vendas las cosas que ya no necesitas y no te hacen feliz, lo que él comenta es que puedes fotografiar las cosas que vas a separar de tu vida. ¿Por qué? Pues simplemente porque es una manera de guardarles respeto —o al menos así lo veo yo— o, en otras palabras, comprender el valor de las cosas.
Voy a poner un ejemplo de cómo considero que puede aplicar esto. El ejemplo más básico son los objetos que nos han regalado, en especial aquellos que provienen de seres muy queridos. Marie Kondo en su famoso libro de la Magia del Orden también contempla esto. Para nada digo que es una idea original mía, pero sí me agrada la reflexión y esta opción porque es una de las acciones que más trabajo nos cuesta al momento de dejar ir cosas que nos ha regalado algún ser querido.
Incluso cuando esos objetos no tienen alguna función o utilidad en sí, nos cuesta mucho dejarlos ir porque tenemos miedo de que el remordimiento no nos deje en paz.

Por ejemplo: hace tiempo mi hermano me regaló dos botellas de soda de edición especial de Star Wars que salieron en Europa o por lo menos en Alemania, que es a donde viajó. Debo confesar que en ese momento me entusiasmé mucho, pues siempre he sido fan de esa saga, no fanático, pero me gustan las películas y las series. Además me las regaló en un momento en el que aún no había ni rastro de minimalismo en mi vida y las puse de adorno en mi escritorio de trabajo.
Sin embargo hace algunos meses, cuando comencé a plantearme que podía deshacerme de algunas cosas que ocupaban mucho espacio y saturaban mi atención visual en mi escritorio, pensé que deshacerme de esas dos botellas sería una buena opción, pues el que las dejará ir no afectaría ni a mi gusto por Star Wars ni ha mi vida. Pero después pensé, si mi hermano se entera que me deshice de ellas seguro se molestará o —como decimos en México— se sentirá conmigo.
De tal manera que tomé la decisión de dárselas a una persona que recolecta todas las latas de aluminio para venderlas. Por supuesto que me tomé el contenido y las aplasté. Pero antes de eso se me ocurrió que también podía tomarles una foto y así lo hice.
Ahora bien, si lo reflexiono, el tenerlas en foto o tenerlas en físico no me genera problema al momento de interactuar con el significado de esos objetos. Es decir, al principio si las contemplaba y me emocionaba el hecho de saber que esas dos botellas estuvieran adornando mi escritorio, pero ahora, las puedo ver en fotografías siempre que quiera y ya no me quitan espacio y tampoco tuvieron impacto en mi felicidad. Bueno, de hecho sí, pero para bien, pues ahora me produce mayor felicidad ver mi espacio de trabajo libre de objetos innecesarios y esto me permite concentrarme en lo que estoy realizando.
Si pudiera mostrarles una foto con la inmensa cantidad de cosas que tenía saturando mi espacio tal vez me dirían que se ve ordenado, a pesar de que son muchas cosas, pero creo que el objetivo no es ese, el objetivo es tener en tus espacios aquellas cosas que te hacen feliz y que contribuyen a tus objetivos, en este caso yo buscaba poder concentrarme en mis actividades con la menor cantidad de distractores visuales. Y creanme, yo era de los que cuando se decidía a hacer tarea o a leer o lo que sea que tuviera que concentrarme, primero me sentaba, según yo dispuesto a estudiar, pero, ya sentado, primero miraba todas mis figuras de Star Wars, si estaban empolvados los limpiaba, veía mis botellas de edición especial de Star Wars. También perdía tiempo revisando que mis libros estuvieran ordenados, que mi lámpara estuviera derecha, que mi café estuviera a una distancia prudente de mi computadora, que la pantalla estuviera limpia y a parte cometía el error de empezar por revisar mis redes sociales.
Yo no estoy en contra de las redes sociales. Para nada. Es más, considero que en la actualidad es parte de la vida de todos y tiene mucha funcionalidad para dar a conocer contenido, por eso es que he optado por el podcast, mi cuenta de Instagram y Facebook.
Pero sí creo que cuando hay que trabajar o estudiar, debes dedicarte a esa acción y concentrarte solo en eso. Si tienes distractores visuales o digitales seguro que perdemos más tiempo.
Si quieren que abunde más en este tema del estudio por favor déjenmelo en los comentarios y o reseñas.
Quiero comentarles que el objetivo de este blog no es predicar sobre el minimalismo porque sí, más bien, mi intensión es compartirles lo que el minimalismo me ha enseñado y cómo ha transformado mi vida y mi forma de pensar, de concientizar sobre las cosas, ya que no me considero para nada un gurú del minimalismo. Pero sí considero que el minimalismo me ha aportado muchas cosas, como ninguna corriente lo había hecho antes.
¡Saludos y hasta la próxima!